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martes, 30 de agosto de 2011
lunes, 29 de agosto de 2011
AYUDAMOS A BIEN MORIR
AYUDAMOS A BIEN MORIR
Los enfermos en su gran mayoría prefieren que se les diga preferiblemente por parte del doctor, que su enfermedad es mortal: Así tienen la satisfacción de pedir y conseguir el perdón de sus faltas, por parte de Dios y de sus familiares y conocidos.
De otra forma los familiares se quedarían con el remordimiento de no haber cumplido con ese grave deber, y de no haber compartido el sentimiento del enfermo frente a la muerte.
Igualmente muchos enfermos no piden el consuelo de un sacerdote, sólo para no asustar a sus familiares, los cuales a su vez creen equivocadamente que no deben llamar a un sacerdote, sólo para no asustar al enfermo.
Estando junto al moribundo, y tratando de no dejarlo solo en ningún momento, le vamos ayudando a encontrarse con Cristo con mucha alegría, y por eso leemos lo que Jesucristo rezó en la Cruz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46).
Si no hay ningún sacerdote, que le dé los sacramentos que él juzgue oportunos (confesión, confirmación, unción y especialmente la Comunión), entonces le hacemos repetir por lo menos mentalmente, pero con todo su corazón, el acto de contrición, con el que todos sus pecados le quedan perdonados y también le explicamos cómo ganar la indulgencia plena.
Para que sin sufrir en el purgatorio vaya inmediatamente a Cielo.
En los últimos momentos antes de la muerte cualquiera de los presentes lee despacio la siguiente recomendación del alma del enfermo “Sal de este mundo, alma cristiana, en el nombre de Dios Padre todopoderoso, que te creó, en el nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios vivo, que murió por ti, en el nombre del Espíritu Santo, cuya gracia descendió sobre ti.
Que tengas hoy tu Tabernáculo junto a Dios, en la Jerusalén Celestial, y tu morada en Sión, acompañado de la gloriosa Santa María, Madre de Dios, San José y de todos los Ángeles y santos de Dios.
Te encomiendo amado hermano, a Dios nuestro Padre misericordioso, y te pongo en manos de Aquel que te Creó, para que vuelvas al Autor de tu vida, y encuentres al que te formó de barro en la tierra.
Y cuando pases de esta vida a la eterna, te acojan y te reciban, la Virgen Madre de Dios y todos los Ángeles y Santos.
Cristo fue crucificado por ti, te libere de todo mal, Cristo que murió por ti, te conceda la salvación, Cristo, el Hijo de Dios Vivo, el buen Pastor, te reconozca entre sus ovejas y te de posesión de su Paraíso.
Que ÉL te perdone todos tus pecados, y te coloque entre sus elegidos.
Que puedas contemplar cara a cara a tu Redentor, y goces de la visión de Dios por los siglos de los siglos, Amén.
Acoge, Señor, en tu Reino a tu siervo (sierva) NN. Para que alcance la salvación que espera de tu misericordia. Amén.
Libra Señor, a tu siervo (sierva) NN. De todos los sufrimientos. Amén.
Libra Señor, a tu siervo (sierva) NN. Como libraste a Noé del diluvio Amén.
Libra Señor, a tu siervo (sierva) NN. Como libraste a Abraham del país de los Caldeos. Amén
Libra Señor, a tu siervo (sierva) NN. Como libraste a Job de sus padecimientos. Amén.
Libra Señor, a tu siervo (sierva) NN. Como libraste a Moisés del poder del Faraón. Amén.
Libra Señor, a tu siervo (sierva) NN. Como libraste a Daniel de la fosa de los leones. Amén.
Libra señor a tu siervo (a) N.N. como libraste a tres jóvenes del horno ardiente y del poder del rey inicuo. Amén
Libra señor a tu siervo (a) N.N. como libraste a Susana de la calumnia
Amén
Libra señor a tu siervo (a) N.N. como libraste, a David del poder del rey Saúl y del poder de Goliat. Amén
Libra señor a tu siervo (a) N.N. como libraste, a Pedro y Pablo de la cárcel. Amén
Libra señor a tu siervo (a) N.N., por Jesús, nuestro salvador, que murió por nosotros, y por su resurrección nos obtuvo la vida eterna. Amén
Señor te encomendamos a tu siervo (a) N., y te suplicamos, Señor Jesús, salvador del mundo, que, pues lleno de misericordia, viniste a la tierra por su salvación, lo acojas ahora benignamente en la alegre fiesta de tu reino; porque, Aunque durante su vida haya pecado, jamás negó al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu Santo, sino que creyó en Dios, y Adoró fielmente al Creador de todas las cosas.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia
Vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.
EA, pues,Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡OH clemente, OH piadosa,
OH dulce Virgen María!
D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Oremos:
Te rogamos, señor Dios, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo; y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, seamos liberados de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna alegría.
Por Jesucristo nuestro Señor
Amén.
Inmediatamente después de expirar (cuando ya fallece) se dice:
Venid en su ayuda Santos de Dios: salid a su encuentro, Ángeles del Señor,
(Los Presentes contestan)Acogedlo y presentadlo ante el Altísimo.
Que te reciba Cristo, quien desde el Bautismo te eligió, Y que los Ángeles te lleven a casa del Padre.
(Los Presentes contestan)Acogedlo y presentadlo ante el Altísimo
Concédele Señor, el descanso Eterno y brille la luz perpetua.
(Los Presentes contestan)Acogedlo y presentadlo ante el Altísimo
Oremos;
Señor, te encomendamos a tu Siervo (a) N. para que viva unido a Ti, después de haber muerto para el mundo; y ya que ha pecado por la fragilidad de su condición humana, dígnate perdonarlo, Tú que eres la misma bondad, Por Cristo nuestro señor
Amén.
El Catolicismo ¿Es La Religión Verdadera?
El Catolicismo ¿Es La Religión Verdadera?
El camino para llegar a Dios es el que ËL mismo nos ha señalado revelándonos una religión.
La religión verdadera solo puede ser una, pues las religiones se contradicen entre sí, y la verdad solo pude estar en uno de los dos campos.
Si sobre un punto concreto, y desde un mismo punto de vista, unos dicen que sí y otros que no, no pueden los dos tener la razón al mismo tiempo.
Si uno dice que Cervantes nació en España y otro dice que nació en Inglaterra, es evidente que no pueden tener los dos razón al mismo tiempo.
Uno de los dos se equivoca.
Los católicos decimos que Cristo es Dios, y otros lo niegan, Es claro que no podemos tener todos la razón, por eso sólo hay una religión verdadera.
Para conocerla no hace falta estudiar todas las religiones.
Basta conocer los motivos de credibilidad del cristiano para saber que es la religión verdadera.
Sería absurdo pensar que Dios ha revelado varias religiones ontradictorias entre sí,
La única religión verdadera es la que Dios ha revelado, y la podemos conocer por señales ciertas, como son los milagros de JESUCRISTO.
La religión católica ha sido fundada por Cristo-Dios, todas las demás religiones han sido fundadas por hombres.
Ni Buda, ni Confucio, ni Mahoma, ni lucero, etc., pretendieron ser Dios, Jesucristo afirmó repetidas veces en su vida que ËL era Dios.
La ocasión más solemne fue ante el Sanedrín cuando la interpelación de Caifas quien, ante esa afirmación de Cristo, le llama blasfemo y le condena a muerte.
La blasfemia se castigaba con la pena de muerte entre los hebreos.
Para confirmar que era verdad lo que decía, Jesucristo hizo varios milagros, principalmente su propia resurrección.
Jesucristo fundó una sola iglesia Todas las demás Iglesias y religiones están equivocadas, unas porque no reconocer al verdadero Dios – como el Budismo-; otras, porque se separaron de la Iglesia verdadera como el protestantismo.
Según el primer Concilio de Constantinopla, celebrado el año 381, la iglesia tal como la fundó Jesucristo, tiene cuatro notas características, es decir, cuatro señales distintivas, que son cuatro propiedades esenciales que, todas juntas son exclusivas y manifestivas de la verdadera Iglesia de Jesucristo.
Estas señales distintivas, estos atributos, son Unidad, Santidad, Catolicidad y Apostolicidad.
Por estas señales es que creemos que la Iglesia Católica es la que Cristo fundó, mientras que las Iglesias protestantes no reúnen las condiciones necesarias para ello.
Debemos rezar por los no católicos, para que se conviertan, y ellos y nosotros nos unamos en la única y verdadera iglesia de Cristo que es la católica.
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sábado, 27 de agosto de 2011
CUARESMA, UN RECORDATORIO DE CÓMO DIOS NOS QUIERE
CUARESMA, UN RECORDATORIO DE CÓMO DIOS NOS QUIERE
Toda la Cuaresma, con su constante invitación a la conversión, es un hermoso recordatorio de cómo Dios nuestro Señor nos quiere, a todos y cada uno de nosotros, plenamente santos, absolutamente santos.
“Purifíquense de todas sus iniquidades, renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor”.
La ley de santidad, que nos exige y que nos obliga a todos, se convierte en un imperativo al que nosotros no podemos renunciar. Pero seríamos bastante ingenuos si esta ley de santidad pretendiéramos vivirla alejados de lo que somos, de nuestra realidad concreta, de los elementos que nos constituyen, de las fibras más interiores de nuestro ser. Seríamos ingenuos si no nos atreviéramos a discernir en nuestra alma aquellas situaciones que pueden estar verdaderamente impidiendo una auténtica conversión.
La conversión no es solamente ponerse ceniza, la conversión no es guardar abstinencia de carne, no es sólo hacer penitencias o dar limosnas.
La conversión es una transformación absoluta del propio ser.
“Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud de la justicia, él mismo salva su vida si recapacita y se aparta de los delitos cometidos; ciertamente vivirá y no morirá”. Esta frase del profeta Ezequiel nos habla de la necesidad de llegar hasta los últimos rincones de nuestra personalidad en el camino de conversión.
Nos habla de la importancia de que no quede nada de nosotros apartado de la exigencia de conversión.
Y si nosotros quisiéramos preguntarnos cuál es el primer elemento que tenemos que atrevernos a purificar en nuestra vida, el elemento fundamental sin el cual nuestra existencia puede ver truncada su búsqueda de santidad, creo que tendríamos que entrar y atrevernos a examinar nuestros sentimientos.
¡Cuántas veces son nuestros sentimientos los que nos traicionan! ¡Cuántas veces es nuestra afectividad la que nos impide lograr una real conversión! ¡Cuántos de nosotros, en el camino de santidad, nos hemos visto obstaculizados por algo que sentimos escapársenos de nuestras manos, que sentimos írsenos de nuestra libertad, que son nuestros sentimientos!
Los sentimientos, que son una riqueza que Dios pone en nuestra alma, se acaban convirtiendo en una cadena que nos atrapa, que nos impide razonar y reaccionar; nos impiden tomar decisiones y afirmarnos en el propósito de conversión.
La penitencia de los sentimientos es el camino que nos tiene que acabar llevando en todas las Cuaresmas, más aún, en la Cuaresma continua que tiene que ser nuestra existencia, hacia el encuentro auténtico con Dios nuestro Señor Jesucristo, en el Evangelio, nos habla de la importancia que tiene el ser capaces de dominar nuestros sentimientos para poder lograr una auténtica conversión.
La Antigua Ley hablaba de que el que mataba cometía pecado y era llevado ante el tribunal, pero Cristo no se conforma simplemente con esto; Cristo va más allá en lo que tiene que ir haciendo plena a la persona.
Jesucristo nos invita, como parte de este camino de conversión, a la purificación de nuestros sentimientos, a la penitencia interior cuando nos dice:
“Todo el que se enoje con su hermano, será llevado hasta el tribunal”.
En cuántas ocasiones nosotros buscamos quién sabe qué mortificaciones raras y andamos pensando qué le podríamos ofrecer al Señor, y no nos damos cuenta de que llevamos una penitencia incorporada en nosotros mismos a través de nuestros sentimientos.
No nos damos cuenta de que nuestros sentimientos se convierten en
un campo en el que nuestra vida espiritual muchas veces naufraga.
¡Cuántas veces nuestros anhelos de perfección se han visto carcomidos por los sentimientos! ¡Cuántas veces el interés por los demás, porque los demás crezcan, por ayudar a los demás, se ha visto arruinado por los sentimientos! ¡Cuántas veces un deseo de una mayor entrega, un interés por decirle a Cristo «sí» con más profundidad, se ha visto totalmente apartado del camino por culpa de los sentimientos!
No porque ellos sean malos, porque son un don de Dios, y como don
de Dios, tenemos que hacerlos crecer y enriquecernos con ellos. Pero, tristemente, cuántas veces esos sentimientos nos traicionan. Nuestra conversión, para que sea verdadera, para que sea plena, tiene que aprender a pasar por el dominio de nuestros sentimientos.
Y para lograrlo, la gracia tiene que llegar tan hondo a nuestro interior, que incluso nuestros sentimientos se vean transfigurados por ella.
¿Cuál es el camino para esto?
El camino es el examen: “Si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene una queja contra ti [...]”. Entrar constantemente dentro de nosotros mismos y vigilar nuestra alma es el camino necesario, ineludible para poder llegar a vivir esta penitencia de los sentimientos.
Es el camino del cual no podemos prescindir para tener bien dominada toda esa corriente que son los sentimientos, de manera que no perdamos nada de la riqueza que ella nos pueda aportar, pero tampoco nos dejemos arrastrar por la corriente, que a veces puede llevarnos lejos de Dios nuestro Señor.
Para entrar en nosotros es necesario que la memoria y el recuerdo se transformen como en un espejo en el cual nuestra alma está siendo examinada, percibida constantemente por nuestra conciencia, para ver hasta qué punto el sentimiento está enriqueciéndome o hasta qué punto está traicionándome.
Hasta qué punto el sentimiento está dándome plenitud o hasta qué punto el sentimiento me está atando a mí mismo, a mi egoísmo, a mis pasiones, a mis conveniencias.
Vigilar, estar atentos, recordar, pero al mismo tiempo, es fundamental que el camino de conversión no simplemente pase por una vigilancia, que nos podría resultar obscura y represiva, sino es necesario, también, que el camino de conversión pase por un enriquecimiento.
Si alguien tendría que tener unos sentimientos ricos, muy fecundos, ése tendría que ser un cristiano, tendría que ser un santo, porque solamente el santo —el auténtico cristiano— potencia toda su personalidad impulsada por la gracia, para que no haya nada de él que quede sin redimir, sin ser tocado por la Cruz de Cristo.
Cristo, cuando está hablando a los fariseos les dice: “Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarán ustedes en el Reino de los Cielos”.
No podemos quedarnos con una justicia del «no harás», tenemos que buscar una justicia del «hacer», del llevar a plenitud, del enriquecimiento, que es parte de nuestra conversión.
Y en este sentido, tenemos que estar constantemente preguntándonos si ya hemos enriquecido todos nuestros sentimientos: el cariño, el afecto, la ternura, la compasión, la sensibilidad;
todos los sentimientos que nosotros podemos tener de justicia, de interés, de preocupación; todos los sentimientos que podemos tener de acercamiento a los demás, de percepción de las situaciones de los otros.
¿Hasta qué punto nos estamos enriqueciendo buscando cada día darle más cercanía a la gracia de Cristo?
Dice el salmo: “Perdónanos Señor y viviremos”. En estas tres palabras podríamos encerrar esta penitencia de los sentimientos. Que el Señor nos perdone, es decir, que nos purifique.
Llegar a limpiar los sentimientos de todo egoísmo, de toda preocupación por nosotros mismos, de toda búsqueda interesada de nosotros.
Pero no basta, hay que vivir de ese perdón; de esa purificación tiene que nacer la vida y tiene que nacer un enriquecimiento nuestro y de los demás.
El camino de conversión es difícil, exige una gran apertura del corazón, exige estar dispuestos, en todo momento, a cuestionarnos y a enriquecernos.
Hagamos de la Cuaresma un camino de enriquecimiento, un camino de encuentro más profundo con Cristo, un camino en el que al final, la Cruz de Cristo haya tocado todos los resortes de nuestra personalidad.
Autor:
Padre Cipriano Sánchez
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UN RECORDATORIO DE CÓMO DIOS NOS QUIERE
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¿ESCUCHA DIOS NUESTRAS ORACIONES?
¿ESCUCHA DIOS NUESTRAS ORACIONES?
He aquí una observación llamativa: cuando alabamos a Dios o le damos gracias por sus beneficios en general, no estamos preocupados por saber si esta oración le es agradable.
Por el contrario, cuando pedimos, exigimos ver el resultado.
¿Cuál es entonces la imagen de Dios presente en este modo de orar: Dios como medio o Dios como el Padre de Nuestro Señor Jesucristo?
¿Estamos convencidos de que nosotros no sabemos pedir como conviene' (Rm 8, 26)?
¿Pedimos a Dios los 'bienes convenientes'?
Nuestro Padre sabe bien lo que nos hace falta antes de que nosotros se lo pidamos, pero espera nuestra petición porque la dignidad de sus hijos está en su libertad.
Por tanto es necesario orar con su Espíritu de libertad, para poder conocer en verdad su deseo.
'No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones' (St 4, 2-3).21 Si pedimos con un corazón dividido, 'adúltero' (St 4,4), Dios no puede escucharnos porque Él quiere nuestro bien, nuestra vida.
¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros' (St 4, 5)?
Nuestro Dios está 'celoso' de nosotros, lo que es señal de la verdad de su amor.
Entremos en el deseo de su Espíritu y seremos escuchados: 'No te aflijas si no recibes de Dios inmediatamente lo que pides: es él quien quiere hacerte más bien todavía mediante tu perseverancia en permanecer con él en oración' (Evagrio Póntico).
'Él quiere que nuestro deseo sea probado en la oración.
Así nos dispone para recibir lo que él está dispuesto a darnos' (San Agustín) .
2. La oración es eficaz
La revelación de la oración en la Economía de la salvación enseña que la fe se apoya en la acción de Dios en la historia.
La confianza filial es suscitada por medio de su acción por excelencia: la Pasión y la Resurrección de su Hijo.
La oración cristiana es cooperación con su Providencia y su designio de amor hacia los hombres.
En san Pablo, esta confianza es audaz, basada en la oración del Espíritu en nosotros y en el amor fiel del Padre que nos ha dado a su Hijo único.
La transformación del corazón que ora es la primera respuesta a nuestra petición.
La oración de Jesús hace de la oración cristiana una petición eficaz.
Él es su modelo.
Él ora en nosotros y con nosotros. Puesto que el corazón del Hijo no busca más que lo que agrada al Padre,
¿cómo el de los hijos de adopción se apegaría más a los dones que al Dador?
Jesús ora también por nosotros, en nuestro lugar y en favor nuestro.
Todas nuestras peticiones han sido recogidas una vez por todas en sus Palabras en la Cruz; y escuchadas por su Padre en la Resurrección: por eso no deja de interceder por nosotros ante el Padre.
Si nuestra oración está resueltamente unida a la de Jesús, en la confianza y la audacia filial, obtenemos todo lo que pidamos en su Nombre, y aún más de lo que pedimos: recibimos al Espíritu Santo, que contiene todos los dones.
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PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA BIBLIA
PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA BIBLIA
01. ¿Qué es la Biblia?
La Biblia es la colección de 73 libros llamados, libros Sagrados, escritos por inspiración de Dios y que contienen la palabra de Dios revelada a los hombres.
02. ¿Quién escribió la Biblia?
Dios es el autor principal de la Biblia y para escribirla se sirvió de los hombres que ÉL mismo fue escogiendo a través de la historia de la Salvación.
03. ¿En qué lengua fue escrito la Biblia?
La Biblia fue escrita parte en hebreo, parte en arameo y el resto en griego.
04. ¿En cuánto tiempo se escribió la Biblia?
La Biblia se escribió en un periodo que va, desde la época de Moisés hasta la muerte del apóstol San Juan.
05. ¿Cómo se divide la Biblia?
La Biblia se divide en Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.
06. ¿Cuántos libros tiene la Biblia?
El Antiguo Testamento tiene 46 libros y el nuevo Testamento 27.
07. ¿Cuál es el núcleo central de la Biblia?
El núcleo central de la Biblia es Jesucristo.
El Antiguo Testamento prepara su venida y el nuevo Testamento nos cuenta su aparición en el mundo y su obra redentora.
08. ¿Cómo nació la Biblia?
La Biblia nació de la necesidad del pueblo escogido de transmitir a otros la voluntad de ser fieles a Dios.
09. ¿Para qué se escribió la Biblia?
“Las cosas del pasado acontecieron y fueron escritas para nuestra instrucción, para nosotros que estamos viviendo en este fin de los tiempos”. (1Co. 10,11).
10. ¿Cuál es el pueblo elegido por Dios?
El pueblo elegido por Dios es el pueblo de Israel.
11. ¿Hizo Dios una alianza con este pueblo?
Si, Dios hace una alianza con este pueblo.
Primero con Abraham, Isaac y Jacob, la que después se confirmó con Moisés en el monte Sinaí.
Y fue renovada y convertida en alianza nueva y eterna por Jesús en la Última Cena.
12. ¿Qué era la Biblia para el pueblo de Israel?
La Biblia era la historia del pueblo y de la alianza que Dios había hecho con él.
13. ¿Cuáles son los cinco Primeros libros de la Biblia?
Los cinco primeros libros de la Biblia son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
14. Cómo se dividen los libros del Antiguo Testamento?
Los libros del A. T. se dividen en históricos, didácticos y proféticos.
15. ¿Qué es la divina inspiración?
Es una iluminación del entendimiento y una moción de la voluntad para que el escritor sagrado escriba aquello que Dios quiere que quede escrito.
16. ¿Tiene errores la Biblia?
La Biblia no es libro científico, sino teológico, y como tal no tiene ningún error porque Dios, que es la suma verdad es su autor principal.
17. ¿Qué caracteriza los escritos Bíblicos?
Los géneros literarios.
18. ¿Todo debe interpretarse igual?
No, cada texto en su contexto, su género literario y en la fe viva de la Iglesia guiada por el magisterio de su jerarquía.
19. ¿Cuántos sentidos podemos encontrar en la Biblia?
En la Biblia podemos encontrar:
- El “sentido literal” que la palabra tiene dentro de su contexto.
- El “sentido típico”, cuando los hechos o personas del Antiguo Testamento se refieren a los misterios del N.T.
- El “sentido adaptado” que se da cuando se aplica un texto Bíblico a un acontecimiento diferente de aquel que el autor sagrado ha querido significar.
20. ¿Cómo debemos leer la Biblia?
Debemos leer la Biblia no como la palabra del hombre, sino como palabra de Dios.
21. ¿Hemos de relacionar la Biblia con nuestra vida?
Si. Al leer la Sagrada escritura, hemos de proyectar su luz sobre nuestra vida y sobre las situaciones concretas que se presentan en el diario vivir.
22. ¿Con qué ejemplo podríamos ilustrar esto?
Con el ejemplo de la luz y de la sal, con un poquito de sal toda la comida adquiere buen sabor y con la luz de una vela o de una lámpara una pieza.
Así la palabra de Dios debe proyectarse sobre nuestra vida diaria a fin de que toda nuestra existencia quede iluminada con la Luz de Cristo.
23. ¿Cuáles son los libros más importantes del Nuevo Testamento?
Los libros más importantes del Nuevo Testamento son los cuatro evangelios porque nos cuentan la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, su doctrina y su mensaje.
24. ¿Qué contienen los Hechos de los Apóstoles y las Cartas Apostólicas?
Los Hechos de los Apóstoles y las Cartas Apostólicas contienen las enseñanzas y la actividad misionera de la primitiva Iglesia.
25. ¿Qué tiene de especial el N.T. con relación al Antiguo Testamento?
El Nuevo Testamento perfecciona el Antiguo Testamento.
26. ¿Cuándo termina la revelación de Dios en el Nuevo Testamento?
La revelación de Dios en el nuevo Testamento termina con la muerte del último Apóstol.
27. ¿Hubo evolución doctrinal y litúrgica del Antiguo Testamento al Nuevo?
Si, ha habido una muy grande evolución de la doctrina y la liturgia.
28. ¿Es importante esta evolución?
Si, y siempre hay que tenerla en cuenta para no interpretar mal la Biblia.
29. ¿Por qué se produce esta evolución litúrgica, doctrinal y de práctica de fe?
Porque Dios se revela en la historia y el hombre acoge la revelación en el proceso histórico que vive, por eso, todo el A.T. debe ser interpretado a la luz de todo el N.T. y de la tradición viva de la Iglesia.
30. ¿Qué existía desde que murió y resucitó Jesús hasta que se escribió el N.T.?
Todo el antiguo Testamento y la tradición viva de la Iglesia protegida por los apóstoles y se han reunido para interpretarla correctamente, en casos especiales, como en el concilio de Jerusalén.
Lo mismo han hecho los Obispos, cuando había dificultades de fe, en sucesivos concilios ecuménicos y el papa confirmaba la doctrina de los concilios.
31. ¿Cuáles son las doctrinas que han evolucionado?
Son muchas y todos nos afectan de alguna manera en la fe, por eso debemos saberlas.
Aquí Van algunas:
32. De Dios Uno a Dios Trino
En el A:T, Dios se da conocer en su Unidad: Yahvé es única divinidad.
En el N.T, Jesús nos reveló que Dios es trinidad de personas
La palabra Trinidad no está en la Biblia, pero el contenido si.
Jesús nos manda “Bauticen el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Así el N.T. completa la revelación del A.T., Dios no es solitario, sino Trinidad de personas Divinas.
33. De Yahvé a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Como Dios Uno revela su nombre a Moisés: Yahvé (Ex. 3), pero como trinidad de personas es revelada por Jesús; Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El N.T. completa la revelación de Dios.
34. De la Circuncisión al Bautismo.
El signo de la integración en el pueblo de Israel era la circuncisión.
En el nuevo es el Bautismo el signo de la integración al nuevo pueblo de Dios, la Iglesia Una, Santa, católica y Apostólica.
35. De los sacrificios de los animales al Único Sacrificio de Cristo en la Cruz.
En el A.T. los sacrificios ofrecidos a Dios eran de animales.
En el N.T. el único sacrificio aceptable al padre es la ofrenda de obediencia de su propio Hijo en el Espíritu Santo y así la Eucaristía en comunidad es el centro de la vida cristiana de la Iglesia.
36. De la prohibición de algunos alimentos al comer de todo dando gracias a Dios.
Muchos alimentos estaban prohibidos en el A.T.
En el N.T. Jesús enseña que los alimentos no manchan al hombre sino lo que sale del corazón humano es lo que mancha al hombre.
Pueden comer de todo lo que se vende en el mercado dando gracias a Dios.
37. De la Poligamia y el divorcio fácil a la unidad y la indisolubilidad matrimonial exigida por Jesús (Mc. 10, 1-12)
38. De las promesas a la realidad.
El A.T. es tiempo de promesa del Mesías.
El N.T. es el tiempo de la manifestación del Mesías, cumplimiento de la promesa de salvación.
El A.T.es la sombra de la realidad que es el N.T.
39. Del Legalismo a la libertad de los hijos de Dios.
Jesús puso de relieve que lo central de la vida cristiana es el amor a la persona y jamás será lo central en la vida cristiana una ley por encima de la persona, menos aún, las cosas materiales.
40. ¿Quién nos garantiza que los cambios producidos son legítimos?
Jesucristo delega a los Apóstoles, y éstos en sus sucesores, los Obispos, la Tradición Apostólica viva continuada hasta el día de hoy en la Iglesia Católica por la ininterrumpida imposición de manos que consagra a los Obispos unidos al papa.
Parte de esta Tradición Apostólica viva ha sido escrita por inspiración del Espíritu Santo y es la Biblia que debemos interpretar a la luz de esa Tradición Apostólica viva, guiados por el magisterio de la Iglesia.
Dios Los Bendiga a Todos.
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PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA BIBLIA
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viernes, 26 de agosto de 2011
LA BIBLIA
LA BIBLIA
1- El Libro Sagrado
La Biblia es el libro Sagrado de los cristianos, a través del cual Dios se manifiesta a si mismo.
Es el libro de la revelación de Dios, pero no pensemos que Dios personalmente ha escrito este libro, sino que se lo ha inspirado a diversos hombres por ÉL elegidos.
El Concilio Vaticano recomienda a todos los cristianos la lectura frecuente de las Sagradas Escrituras porque, como dice San Jerónimo: “Ignorar las escrituras es ignorar a Cristo”
Y añade el Concilio:
“pero no olviden que la lectura de la Sagrada Biblia debe ser acompañada por la Oración para que se entable diálogo entre Dios y el hombre; porque a ÉL hablamos cuando oramos y a ÉL oímos cuando leemos las palabras divinas”.
Siempre es conveniente invocar al Espíritu Santo para que ilumine nuestro corazón, para entender la palabra de Dios.
De ahí se sigue que la sagrada escritura deberá estar en cada hogar y, a ser posible, en un lugar distinguido.
2. Es el centro de nuestra vida
La biblia debería ser el centro de nuestra vida, es el pan de la palabra, nuestro alimento; sus páginas nos invitan a aceptar a Jesús en nuestra vida como salvador, a ser sus testigos en todo tiempo y lugar.
La palabra de Dios no es cosa sólo del pasado, es Dios mismos que habla a los hombres de hoy, a los campesinos, a los pescadores, y a los gobernantes, a los sacerdotes y a todo el pueblo de Dios.
Cuando el señor habla es para decirnos algo, su palabra tenemos que hacerla nuestra.
Cuando los primeros cristianos oían la palabra de Dios decían: “Entonces ¿qué tenemos que hacer?” (Hech 2. 37).
Esta debería ser nuestra actitud cada vez que meditamos un punto de las escritura.
La Biblia debería ser nuestro libro de cabecera, el libro de todos los cristianos y especialmente de los catequistas, animadores de comunidades y de todas las personas que desempeñan un servicio dentro de la comunidad de fe (profesores, hermandades, rezadores, acólitos, lectores, consejo pastoral, etc.
3. Un Libro para orar
La Biblia es antes que nada, un libro para orar, A través de sus páginas conocemos la obra del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Los relatos y las enseñanzas Bíblicas nos ponen en contacto con Dios, sentimos su presencia, sobre todo al Constatar que Dios sigue actuando hoy también en la historia.
De entre todos los libros de la biblia hay uno que nos ayuda muy especialmente para orar, es el libro de Salmos.
4. Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento parte con la Creación del Mundo, la Historia del pueblo escogido, los Salmos, los Proverbios y los libros Proféticos hasta llegar a la inminente aparición del Mesías.
Podríamos decir que todo el Antiguo Testamento es una preparación a la llegada del Mesías.
La lectura de estos libros nos ayuda mucho a entender la obra de Dios Padre como Creador del Mundo y los primeros pasos hacia la redención de todo el género humano.
El Antiguo Testamento comprende los libros inspirados por Dios y escritos antes de venir al mundo Jesucristo, suman en total 46 libros.
5. Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento comprende los libros inspirados por Dios y escritos después de la venida de Jesucristo al mundo.
Suman en total 27 libros.
De entre ellos sobresalen los cuatro Evangelios.
La figura central del Nuevo Central es Jesús: su Doctrina, su Mensaje, su Vida, Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión.
Todo esto lo hallamos explicado en los Santos Evangelios.
Los Hechos de los Apóstoles nos recuerdan la vida de los primeros cristianos y los primeros pasos en el anuncio de la Buena Nueva.
La Carta de los Apóstoles son los mensajes dirigidos a las primeras comunidades.
El Apocalipsis es un sueño del apóstol Juan, a quien le fue dado contemplar la gloria de Cristo resucitado y el destino de la Iglesia amenazada por las primeras persecuciones.
6. La Tradición Cristiana
La Tradición Cristiana y la Escritura constituyen el depósito sagrado de la Revelación, confiado a la Iglesia.
Por Tradición Cristiana entendemos la predicación apostólica desde sus comienzos hasta nuestros días.
“Esta Tradición Apostólica va creciendo en la Iglesia con ayuda del Espíritu Santo”
“Cuando lo proclaman los Obispos como sucesores de los apóstoles en el carisma de la verdad”
“La Iglesia camina a través de los siglos hacia la plenitud de la verdad, hasta que se cumplan en ella plenamente las palabras de Dios”
De esta manera el mismo Dios, que habló en otros tiempos, sigue conversando siempre con la esposa de su Hijo amado, la Santa Iglesia, y por ella va introduciendo a los fieles en la verdad plena y hace que habite en ellos intensamente la palabra de Dios.
Así, fiel al depósito de la fe confiado a la Iglesia,
“el pueblo cristiano entero, unido a sus pastores, persevera siempre en la doctrina apostólica y en la unión, en la Eucaristía y la Oración, y así se realiza una maravillosa concordia de pastores y fieles en conservar, practicar y profesar la fe recibida”.
7. El Magisterio de la Iglesia
“El oficio de Interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo.
“Así pues, la tradición, la escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el plan prudente de Dios, están unidos y ligados de modo que ninguno puede subsistir sin los otros”.
El Papa y los Obispos ejercen el Magisterio, la custodia del depósito de la fe, a través de los concilios ecuménicos encíclicas, cartas pastorales, exhortaciones apostólicas, y en estos últimos años a través de las conferencias generales de los episcopados.
QUE EL SEÑOR JESUCRISTO LOS BENDIGA A TODOS AMÉN.
LA IGLESIA FRENTE A LOS DESAFÍOS DE HOY
LA IGLESIA FRENTE A LOS DESAFÍOS DE HOY
01. ¿Cuántos siglos de historia tiene la Iglesia de Jesús?
La Iglesia, que Jesús fundó sobre los Apóstoles tiene ya 20 siglos de historia, ha producido innumerables santos y mártires y ha crecido hasta extenderse por los 5 continentes.
02. ¿Se ha cumplido el mandato de Cristo de predicar el Evangelio en todo el mundo?
Por una parte vemos que si, que se ha predicado el Evangelio de Jesús en todos los continentes, pero queda aun una inmensa multitud que no han oído hablar de Cristo.
Además, entre los países llamados cristianos hace falta que el anuncio de Jesús penetre en las conciencias de todas las personas, a fin de que se conviertan de verdad y vivan según la fe cristiana.
03. ¿Es perseguida hoy la Iglesia?
Si, hoy también la Iglesia es perseguida y tiene la oportunidad de dar testimonio de Jesús ante los tribunales y en el suplicio.
04. ¿Qué diferencias hay entre las primeras persecuciones y las de hoy día?
En las primeras persecuciones los cristianos eran condenados al suplicio por anunciar el nombre de Jesús.
Hoy, en cambio, especialmente en América Latina, los cristianos son perseguidos a partir del momento en que se comprometen con los pobres, prestándoles su voz, escuchando sus clamores.
En estos últimos años el señor ha suscitado un gran número de mártires entre los cristianos de América.
05. ¿Cuál es el principal ataque que se hace a la Iglesia Católica de parte de algunos grupos que ostentan el poder?
Algunos dicen que la tarea de la Iglesia tiene que estar reservada solo al mundo espiritual y al culto religioso, y no admiten que la Iglesia esté presente en medio de los conflictos y desigualdades en que vivimos iluminando con la palabra de Dios las decisiones en medio de la conflictividad de la sociedad actual.
06. ¿Qué opción ha hecho la Iglesia en el ámbito Latinoamericano?
La Iglesia en el ámbito Latinoamericano ha hecho opción preferencial por los pobres comprometiéndose a ser voz de los que no tiene voz, y, junto con anunciar la buena nueva de Jesús, denuncia las estructuras opresoras e injustas que impiden a los hombres vivir como seres humanos y como hijos de Dios.
07. ¿Qué nos corresponde a nosotros como cristianos hoy?
Como seguidores de Cristo nos corresponde hacer presente en medio del mundo la redención obrada por Jesucristo y seguir las orientaciones, que emanan del papa y de nuestros obispos.
08. ¿Qué significa ser cristianos?
Ser cristiano significa adherirse totalmente a Cristo por la fe y hacer que la semilla del reino vaya penetrando a nuestro alrededor con la gracia y la ayuda del Espíritu Santo.
09. ¿Cómo hemos de vivir nuestra fe?
Hoy más que nunca hemos de vivir nuestra fe en estrecha comunión con el Papa y con nuestros pastores los obispos, que son los legítimos sucesores de los apóstoles.
Hemos de estar al corriente de los grandes documentos pontificios que son como el faro que ilumina la vida de los cristianos.
10. ¿Cuáles son los grandes peligros del mundo de hoy?
Los hombres de hoy vivimos con la angustia del armamentismo, el hambre que afecta a dos terceras partes de la humanidad, las desigualdades económicas, el atropello a los derechos humanos, etc.
11. ¿Qué representa la Iglesia para el mundo de hoy?
La Iglesia es la depositaria del Evangelio, es Madre y Maestra del cristiano, es como un sacramento universal de salvación.
La Iglesia es está institución, dos veces milenaria, que acoge a los hombres de todos los pueblos y raza y los encamina hacia su verdadero destino temporal y eterno.
La Iglesia, en cuanto es portadora de la luz de Cristo, ilumina al hombre y al mundo de hoy para que se realice el proyecto de Dios al crearnos.
12. ¿Cuál ha de ser nuestra labor como laicos en la Iglesia?
Los laicos, según el Concilio Vaticano, están llamados a procurar el crecimiento de la Iglesia y su perenne santificación, trabajando por la transformación de este mundo para que sea conforme al plan de Dios.
13. ¿A qué están llamados hoy los laicos?
Los laicos están llamados particularmente a hacer presente y operante la Iglesia en los lugares y condiciones donde ella no puede ser sal de la tierra sino a través de los laicos.
14. ¿Cuál es la vocación de los laicos?
Los laicos, en cuanto consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, tienen una vocación admirable y son instruidos para que en ellos se produzcan siempre los más abundantes frutos del Espíritu.
Pues todas sus obras *preces (*ver significado abajo) y proyectos apostólicos, la vida conyugal y familiar, el trabajo diario, el descanso del alma y del cuerpo, si se realizan en el Espíritu, incluso las molestias de la vida si se sufren pacientemente, se convierten en ofrendas espirituales aceptables a Dios por Jesucristo.
15. ¿”Hacia donde” camina la Iglesia?
La Iglesia camina hacia su total plenitud, que tendrá lugar al hacerse efectiva la “segunda venida” gloriosa de Nuestro Redentor Jesucristo.
16. ¿Cuál es la gran promesa de Jesús?
La gran promesa de Jesús es: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mt 28, 20).
Y Jesús sigue cumpliendo su promesa haciéndose presente de varias maneras entre nosotros: En la Santa Eucaristía, en el Magisterio de la Iglesia, en los profetas y mártires de nuestros tiempos, en la solidaridad con los más pobres y necesitados, y en cada cristiano que trata de ser consecuente con su fe.
17. ¿Se han cumplido los anuncios y promesas de Jesús?
Jesús comparó el reino y la Iglesia a una pequeña semilla que crece hasta convertirse en un gran árbol.
La Iglesia Católica agrupa hoy más de mil cuarenta y cinco millones de cristianos y está extendida en todos los continentes.
Jesús también prometió dolor y tribulaciones para la Iglesia y, si miramos la historia, vemos que la Iglesia ha sido y es perseguida de distintas maneras ahora como en todos los tiempos.
18. ¿Cuándo llegará la Iglesia a su total plenitud?
Cuando se cumplan las promesas, el Señor Jesús transfigurará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo (Fil. 3, 21), Y vendrá para ser glorificado en sus Santos y para ser la admiración y consuelo de todos los que han tenido fe. (2Tes. 1,10).
19. ¿Qué hemos de sentir como católicos?
Como cristianos y católicos hemos de sentir un gozo inmenso de pertenecer a la única Iglesia que, en palabras del Concilio Vaticano: “posee toda la verdad revelada por Dios” y “todos los instrumentos de gracia dejados por Cristo” Gozo que ha de llevarnos a conocer cada día más nuestra fe cristiana, a dar testimonio de Jesús y a vivir en la esperanza de la gran manifestación gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.
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